Descripción
Atadito Salvia Blanca.
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4.95€
Cómo se usa Este ritual de purificación es una práctica universal. Se dice que favorece la claridad mental, la alegría y la calma. 1. Necesitas un manojo de salvia desecada atado con algodón, una pluma o abanico y un cuenco para recoger la ceniza que sea resistente al calor, como una concha.. 2. Enciende la salvia dentro del cuenco, preferiblemente con una cerilla. Sopla para avivar el fuego y deja que se apague. ¡Cuidado con las chispas! 3. Sahumar: acerca el humo a las personas que participen en el ritual. Con el abanico, dirígelo a la cabeza, los brazos, las piernas, la espalda… 4. Limpieza: recorre el espacio a purificar con el cuenco, dispersando el humo con la pluma o abanico. Hazlo llegar donde tu intuición te guíe. También puedes quemar hojas sueltas: coloca arena en la concha abalone, prende las hojas y déjalas encima. Con una pluma o un abanico, guía el humo hacia lo que quieres purificar. Recuerda que la intención es la base de cualquier sahumerio: si tu corazón es puro y tu anhelo noble, potenciarás sus efectos. Ventilar después de su uso. No inhalar el humo directamente. La Salvia Blanca es ideal para quemar como incienso. Tradicionalmente los indios de América del Norte quemaban la Salvia Blanca con una concha marina, que representaba el agua. Introducían el carbón ardiendo representando el fuego, y al quemar la salvia en la concha, obtenían un humo blanco con un aroma único que representaba el viento. El hombre era la tierra y la unión de todos los ingredientes formaban el quinto elemento, el espíritu. Su uso es especialmente útil en tiempos de grandes cambios en nuestras vidas, cuando podemos terminar intoxicados por energías estancadas o patrones de pensamientos negativos y obsoletos. Tiene el poder de eliminar estas vibraciones, purificando nuestros campos de energía y trayendo la claridad y fuerza suficientes para seguir firmes en nuestro caminar.
Atadito Salvia Blanca.
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